Parte 1
Aún no recuerdo como comenzó, sólo sé que empezó y no
terminaba. Estábamos todos
sin excepción alguna y
cada uno empezó a morir ya
fuera de manera individual o en grupo. Yo estaba muerto después de un tiempo y solamente cuatro salieron con vida, cuatro
personas que conozco, cuatro personas que de alguna forma sobresalieron ante
cualquier adversidad que creaba mi mente retorcida. Pero ¿Quienes eran estas personas que sobrevivieron? ¿Cómo murió el resto de ellos? ¿Qué pasara
después? ¿Qué pasó antes?
Yo estaba ahí, todos estábamos ahí, mi familia, mis amigos, mi novio. Hasta las personas que algún día tuvieron
contacto conmigo. Personas que no eran relevantes en mi vida pero que al final
me habían dado un
poco de información de su
vida. Una mirada, un saludo, una sonrisa, sólo eso fue suficiente para aparecieran en este retorcido sueño. Sigo si recordar como empezó, sólo recuerdo
a un montón de gente
atrapada en cuartos, cuartos muy singulares, no eran redondos ni cuadrados sino
que tenían forma de
pasillo con descansos en los cuales había puertas, las cuales se abrían de manera eléctrica para
matar a algunos de ellos.
El piso de este
pasillo relativamente grande era una parte metálica y otra de mosaico. La parte metálica parecía piso eléctrico que sólo llevaba a
una sola dirección. A veces
funcionaba, a veces estaba inmóvil otras era una trampa mortal que se activaba cuando alguien
decidía poner un
poco de peso encima. Sólo era
cuestión de suerte,
tal vez era cuestión de inteligencia.
Las paredes parecían normales,
pero tenían
protecciones de plástico azul
que al parecer protegían las
esquinas pero que después de tanto
observar cualquiera sabía que detrás de ese platico había cuchillas filosas de diferentes formas que cumplían la única función que tenía ese
encierro.
Ahí estaba yo, a mi alrededor había unos chicos llorando, otros muy asustados, algunos bañados de sangre. Curiosamente no había cuerpos, sólo sangre,
sangre en el piso, en las paredes, en el metal, en todos lados. A lo lejos
estaba alguien familiar así que me
acerco a él. Es
alguien que conocí en una
fiesta. No recuerdo su nombre pero parece estar alegre de verme. Me explica que
alguien más lo acompañaba pero que en su intento de pasar al siguiente pasillo
una cuchilla le agarro el pie y lo arrastro sobre el piso metálico hasta donde se encontró con un sin número de
sierras circulares que lo deshicieron a pedazos.
Me es difícil imaginarlo, pero ahora entiendo la sangre. Y a mi mente sólo llega la pregunta... ¿En dónde están los pedazos? En ese instante alguien llama por mi nombre... Del
otro lado veo a mi madre, está con mis
amigos... Ahí están todos. Ahí esta Erick.
De repente, el
chico con el que había hablado
antes se acerca a la pared y del plástico azul sale un garfio que le agarra el brazo y me intenta
agarrar pero una cuchilla en forma de cuadro le corta cualquier intento de
movimiento. Me alejó porque no
sé como ayudarle y en menos de cinco
segundos una caja de cristal desciende a aislarlo, es ahí cuando miles de cuchillas a gran velocidad empiezan a rebanarlo
y casi instantáneamente
muere. La caja desciende, se vuelve en un sólo cristal aplastando todo lo que tenía dentro y se oculta en una esquina de plástico azul. Eso explica los charcos de sangre.
No sé cuanto llevaba ahí ese chico, ni siquiera recuerdo su nombre. Me aterra pensar que
moriré pero me
aterra más pensar que mi mamá o Erick mueran de la misma manera. Mi madre me explica que para
pasar al siguiente pasillo necesito hacer algo, al parecer debo pasar por
encima del plástico azul.
Entonces alguien más despierta,
reconoce la sangre y empieza a gritar. Volteo para ver quien grita, es
Cristina, mi mejor amiga de la secundaria. Mi madre me pide que no regrese, no
sé que es lo que vio pero no puedo
dejarla ahí... Entonces
empiezan a gritarme que no me mueva. Hago caso y grito a Cristina para que haga
lo mismo, pero no lo hace y sigue histérica. De pronto veo un láser, viene hacia mi y Erick me grita que no importa lo que haga
debo estar inmóvil si no
seré el siguiente.
Intento no
moverme y el láser me pasa
sin ningún problema,
pero el láser llega a
Cristina, le insisto que no se mueva pero es inútil. De repente comienza un sonido alarmante que asusta a todos y
empiezan a correr como locos, Cristina es empujada al piso de metal y comienzan
a salir muchos picos realmente finos que la atraviesan, no puede moverse. Los
picos son finos pero son como las espinas del cactus saltador cholla. Por más que intente sacarla los picos que ya tiene dentro del cuerpo no
dejan que salga del piso de metal que empieza a moverse. Trato de seguirla y me
agarra fuerte la mano pero el camino se abre y los picos se elevan hasta el
techo y atraviesan todo su cuerpo. Su mano ya no tiene fuerza y suelta mi mano,
no puedo pensar, me quedo inmóvil como a punto de desmayarme.
Mis oídos resuenan y estoy a punto de perderme cuando en eso Erick me
toma del brazo y me lleva corriendo hasta el otro cuarto antes de que los picos
terminen de esconderse debajo del piso de metal.